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Ayer miles de manifestantes
protestaron en Brasilia contra de la Ley Forestal que se tramita en
la Cámara de Diputados y los movimientos ecologístas la califican
de atentado contra el medio ambiente.
La Ley Forestal contribuirá a aumentar
la destrucción de bosques amazónicos y concederá una "amnistía"
a los deforestadores.
Dicha ley es apoyada por los
diputados de la llamada "bancada ruralista" que representa
los intereses de los grandes terratenientes en el Congreso y buscan
eliminar del texto la obligación de recuperar áreas forestales
destruidas ilegalmente.
Estos son los puntos polémicos de la
Ley Forestal en Brasil:
El Fondo Mundial para la Naturaleza
(WWF) alertó que el nuevo Código Forestal abrirá camino a la
destrucción de 76,5 millones de hectáreas de bosque, una superficie
similar a la de Alemania, Austria e Italia juntas.
La ley exime a los terratenientes y agricultores del pago de multas por las deforestaciones ilegales realizadas hasta 2008, siempre y cuando asuman el compromiso de recuperar las áreas de bosques destruidas. Según el diario "Folha de Sao Paulo" esto supondría una amnistía para unos 285 millones de dólares en multas.
La ley exime a los terratenientes y agricultores del pago de multas por las deforestaciones ilegales realizadas hasta 2008, siempre y cuando asuman el compromiso de recuperar las áreas de bosques destruidas. Según el diario "Folha de Sao Paulo" esto supondría una amnistía para unos 285 millones de dólares en multas.
Los pequeños
propietarios rurales, con sólo 400 hectáreas, según el
estado quedan exentos de la multa incluso de recuperar las áreas
deforestadas ilegalmente.
La reducción del área de reserva forestal obligatoria, que por el Código actual llega a un 80 por ciento en la Amazonia, y a un 50 por ciento en los estados donde unidades de preservación y/o tierras indígenas ocupen más del 65 por ciento del territorio.
La reducción del área de reserva forestal obligatoria, que por el Código actual llega a un 80 por ciento en la Amazonia, y a un 50 por ciento en los estados donde unidades de preservación y/o tierras indígenas ocupen más del 65 por ciento del territorio.
Casi nada, por eso protestan los
ambientalistas y los pequeños propietarios rurales por la
preservación del pulmón del planeta. ¡Ninguna
razón para preocuparse!
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